Posicionamiento y Construcción de Carteras 4T20232 min read
Tiempo de lectura: 2 minutosTexto: Departamento de Asesoramiento y Análisis de A&G
Las restricciones monetarias y crediticias acabarán lastrando el crecimiento económico, provocando un aumento del desempleo que permitirá una relajación de la inflación y de los tipos de interés. Nos acercamos al final del ciclo económico, si bien, la inflación puede permanecer más tiempo del deseado. En este contexto, nuestro posicionamiento es priorizar el riesgo en renta fija sobre el de renta variable.
Los tipos actuales son difíciles de superar, más por la rapidez que se han alcanzado que por los niveles en sí mismos. Desde A&G entendemos que es buen momento para mantener duraciones altas, si bien, los beneficios vendrán más por el lento devengo de los intereses que por el incremento de los precios. Para inversores dispuestos a asumir mayor volatilidad o con filosofía de mantener la inversión a vencimiento, recomendamos bonos periféricos, cuyo diferencial de rentabilidad nos parece atractivo para su bajo riesgo de impago. Hablamos de rentabilidades entre el 3,5% y 4,5% a 5 años, niveles adecuados para aquel ahorrador que quiera batir la inflación durante ese período.
En renta fija corporativa estaríamos conservadores. No está especialmente barata y la ralentización económica provocará un incremento de compañías con flujos de caja netos negativos en un período de menor acceso a la financiación y a precios más altos. Seriamos pacientes para tomar posiciones, aunque no hay que olvidar que existen compañías con grado de inversión bien financiadas, con mucha caja o capacidad de generarla que están ofreciendo rentabilidades superiores al 4,5% a 5 años.
Estaríamos defensivos en bonos de mayor riesgo, como los denominados de alta rentabilidad. Nuestra preferencia estaría en aquellos híbridos corporativos de compañías sólidas, con buena calidad de balance y cuyo emisor disfruta del grado de inversión. En estos casos es asumible su subordinación, aunque conlleve la bajada de un par de escalones en su calificación crediticia.
Otra de nuestras convicciones sigue siendo los subordinados financieros de la Unión Europea. Se trata de un activo que se ha visto especialmente afectado por la crisis de Credit Suisse, pero los reguladores de la eurozona han sido claros con su interpretación de las reglas y estamos convencidos de que las dudas se irán disipando. Estamos hablando de un sector altamente regulado, bien capitalizado, con altos ratios de solvencia y liquidez, donde el mayor riesgo es el alargamiento de la vida de las emisiones más allá de su primera opción de compra.
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