Esta vez no será diferente4 min read

Tiempo de lectura: 3 minutos Incertidumbre razonablemente remunerada

Esta vez no será diferente4 min read

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Texto: Departamento de Asesoramiento y Análisis de A&G

Es muy raro que los ciclos de inflación y subidas de tipos no terminen en recesión y este ha sido el proceso de subidas de tipos más rápido al que jamás hemos asistido. Sus consecuencias, pueden tardar algunos meses (e incluso trimestres) en evidenciarse, pero llegarán antes o después. Esta vez no será diferente.

Durante gran parte del primer trimestre, el mercado parecía anestesiado. Estaba en un estado de complacencia en el que otorgaba una probabilidad excesivamente alta a que la economía fuera capaz de esquivar la recesión. Antes o después, veremos lo inevitable. Llegará la contracción de márgenes de beneficios y del crédito, incremento de las quiebras y destrucción de demanda final. En una palabra: la recesión.

Cumpliendo su mandato y en su decidida lucha contra la inflación, decíamos que la Reserva Federal subiría los tipos de interés hasta que algo se rompiera y ese proceso, ha comenzado. Los recientes episodios de riesgo, primero con la quiebra de varios bancos regionales de EEUU y después con la compra de urgencia de Credit Suisse por parte de UBS, son “daños colaterales” del final del dinero gratis. No son eventos sistémicos, pero sería inocente pensar que es una casualidad, que entidades mal gestionadas por razones tan diferentes, caigan con unos días de diferencia.

En cualquier caso, la respuesta de los bancos centrales a la reciente crisis de liquidez, ha sido rápida y rotunda. Han construido un efectivo cortafuegos, para evitar la crisis financiera global. La crisis bancaria en EEUU y la recesión adelantarán con seguridad el final del proceso de subida de tipos, pero no lancemos aún las campanas al vuelo.  Algunos han pensado que los Bancos Centrales se verían forzados a elegir entre estabilidad de precios y estabilidad financiera, pero ellos no lo ven así. Piensan, no sin razón, que es la inestabilidad de precios, la que causa la inestabilidad financiera y no claudicarán en su lucha contra la inflación hasta poder declarar abiertamente su victoria, lo que no es posible con el IPC en el 6,9% como en la Eurozona, pero la inflación caerá con fuerza en los próximos meses.

Lejos de cambiar, nuestro escenario base, gana enteros. Esperamos que la economía global termine cayendo en recesión, pensamos que estamos muy cerca del pico de tipos de interés en este ciclo y que la desinflación, después de haber sido algo más lenta de lo esperado, se acelerará notablemente durante la primavera.

En este contexto aparentemente negativo, con una gran incertidumbre de corto plazo, tenemos dos buenas noticias:

  • La primera es que la recesión parece que será suave porque seguimos sin acumular grandes desequilibrios en hogares ni en el sector corporativo. La macro va a empeorar antes de mejorar, pero el punto de partida sigue siendo muy positivo. El consumidor con ahorros y pleno empleo tiene capacidad de absorber lo que está por llegar.
  • La segunda buena noticia, posiblemente más relevante para lo que aquí nos ocupa, es que, aunque seguimos en un entorno de riesgo alto, por fin ese riesgo está razonablemente remunerado. La renta fija vuelva a tener renta y la renta variable, aunque se enfrenta a retos de corto plazo, cotiza a valoraciones, no tremendamente atractivas, pero si razonables.

El mercado nos ha dado ya una gran oportunidad de comprar renta fija. Apenas tenía presencia en carteras y es una gran noticia que vuelva a ser un activo invertible. No es tarde para construir posiciones de riesgo muy acotado y rentabilidades esperadas atractivas en este tipo de activo, donde preferimos deuda corporativa de grado de inversión.

En renta variable, nos mantenemos algo más cautos, esperando que avance el proceso de revisión a la baja de estimaciones de beneficios y las valoraciones corrijan ligeramente. Continuamos encontrando buenas oportunidades de inversión en los mercados privados, donde después de las fuertes subidas de tipos, tendremos que ser aún más selectivos. Nos ofrecen acceso a temas de inversión tan atractivos como la transición energética y una adecuada selección de gestores, ha aportado sistemáticamente rentabilidades muy superiores al mercado, a pesar de que se enfrentan a un entorno algo más complicado que el de los últimos 10 años.

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